0

81. Bailando con vos

Posted by Juan K Peña on lunes, septiembre 13, 2010 in , , ,

Sé que aún no hemos bailado. Me has mirado y te he mirado. Sé que te lo debo. Aunque ha pasado mucho tiempo desde la última vez que me animé a bailar y nunca he bailado con alguien como vos. Corro el riesgo de haber olvidado los pasos, de volverme torpe, inútil, de tropezar antes de llegar a ti e inclusive, corro el riesgo de caer… Ay, caigo… Ay caí… Caí a tus pies, como aquella vez, como cada vez, como aquel mes, como cuando cuentas uno, dos y tres, como ves, caigo y caí a tus pies…

Tus manos no son torpes, y tus pies no se confunden. ¿Cómo podrían confundirse si se acercan a mí? Te hice una promesa con la mirada. Vamos a bailar. Te lo advertí: Vamos a bailar. Te solté una plegaria: Vamos a bailar. Te pregunté con mi cuerpo: ¿Vamos a bailar? Lo sé, hoy bailamos por qué bailamos.. Talvez bajo la ducha, o talvez bajo la lluvia, como Gene Kelly… O talvez bailamos sobre la arena, o en una nube, o en aquel rincón de nuestra cama que tiene tanto de abismo profundo y del que estamos siempre a punto de caer… Amor mío, vamos a bailar… Te lo debo ya. Me diste y tomaste tanto. Has hecho muchas cosas por mí y también has deshecho otras tantas, también por mí. ¿Cómo agradecerte, si no bailando? Me diste tanto y tomaste tanto, lo permutaste, lo alteraste, cambiaste las formas, pero también retocaste la esencia.

Vamos despacio, vamos más rápido, vamos juntos, vamos los dos… A la cuenta de tres… Una, dos… Dije a la cuenta de tres, pero ha sido en dos… Te adelantaste… No importa, yo iba a salir en cuatro… Derecha, derecha, izquierda… Izquierda, izquierda, derecha… ¿Era así? ¡Que importa cómo era! Importa lo que sentimos, importa que nuestro baile tiene mucho de abrazo, tiene mucho de beso, tiene mucho de respuesta a todas las preguntas que me hice en tu ausencia. Importa el ritmo que llevamos, que es tan tuyo y tan mío.

Talvez esta noche, en sueños, si me atreva a bailar con vos. Talvez lo haga porque estar soñando es estar medio dormido, medio despierto porque con tus labios puedo dormirme o despertarme, según sea el momento,… Y bailo de la cama al cielo, y sueño que bailo y bailo en el cielo. No caigo, solo vuelo, como si fuese una película de Peter Pan, y despierto con tu música y sigo bailando de la cama al baño o a la cocina y de la cocina al jardín, porque estás conmigo.

Es esencial que entiendas que amo bailar con vos, aunque no bailar en sí no sea mi fuerte. ¿Qué más da? Bailamos, charlamos, tomamos unos mates… el punto es estar juntos.

Es verdad, te haré sonreír, porque puede ser que mis pasos no sean correctos, y me equivoque, y te cause gracia mi súbita torpeza… O puede ser que sonrías porque mis pasos son exactos y me convierto para ti en un estilizado bailarín y descubras en mi rostro la felicidad que se refleja del tuyo. Será entonces, cuando el baile no sea solo una promesa, porque sujetarás mis manos, y no hará falta que yo responda, porque me ataré a tu cintura y juntos avanzaremos, siempre adelante, siempre hacia el encuentro del otro, sin tropezar, sin caer, sin nada que lamentar… Bailaremos, juntos los dos.


Copyright © 2009 KALEIDOSCOPIOS All rights reserved. Theme by Laptop Geek. | Bloggerized by FalconHive.