2

53. Pequeñas histerias, pequeñas historias (Parte IV) - Sobre la histeria femenina, errores no forzados y otros.

Posted by Juan K Peña on martes, febrero 10, 2009 in , ,
Ultimamente, no paro de encontrarme con una colección interminable de ‘mujeres histéricas’. Mujeres que reaccionan mal ante cualquier cosa y nada que sea digno de reaccionen sumamente exageradas. Se cuenta que en la época de Hipócrates se definió lo que sería la ‘Histeria femenina’, una enfermedad provocada porque el útero de la mujer se creía móvil. Se creía que el útero, al llegar al pecho causaba enfermedades. Es decir que se creía que esta era una patología propia de la mujer.

Hoy en día es común pensar en la ‘histeria femenina como una constante que se presenta con los comportamientos erráticos de una persona. Si bien, científicamente hablando, el término histeria para hablar de estos ‘errores no forzados’, como me gusta llamarlos, pero la sociedad se ha apropiado del término ‘histeria’ para referirse a ellos.

Se dice que hasta hace dos siglos, la ‘histeria femenina’ se aliviaba por parte de los médicos a través de masajes en el clítoris, uso de vibradores y consoladores. Era como que un útero inestable y ambulante causaba irritabilidad y fantasías sexuales, dado el estado de frustración que las mujeres alcanzaban. Así que, básicamente, lo que era la insatisfacción sexual, se trataba como histeria, y obviamente con masajes, vibradores y consoladores, era tratado muy efectivamente.

De ahí a referirse a alguna de estas chicas, que tienen comportamientos erróneos, como ‘mal cogidas’, no es tan raro, sobre todo al tener un punto de partida, para respaldar esta tesis, errónea o no.

- No es posible que yo te guste…. No me conoces lo suficiente!
- Por qué crees que intento conocerte más?
– Le contesté.- No digo que todo lo que vos seas me vaya a gustar, solo dije que lo poco que te conozco, me gusta.
- Es que además tengo novio… no puedo gustarte.
- No digo que vaya a ser nada al respecto… Solo digo que te encuentro atractiva. ¿Por qué no lo tomas como un cumplido?
- Es que si uno está enamorado no se puede sentir atraído por otra persona.
- Una cosa es que no se pueda hacer nada al respecto, porque no quieras, porque estés enamorada, o por criterios morales, pero eso no significa que no te pueda gustar otra persona…
- Si, pero es que el tener novio…
- No es igual… Te soy sincero, no te escucho como que estás muy enamorada de tu novio.

Creo que ahí toqué un punto sensible. Era verdad, talvez no se daba cuenta de eso, pero para mí era evidente. Pero obvio, que yo se lo mencione le dolió como si le hubiese clavado banderillas. Talvez, le dolió de esta forma porque le hizo recordar los cuernos con que alguna vez uno que otro le adornó la frente.

- Podría poner las manos en el fuego por él. Probablemente, podría decir que el nunca me traicionaría.
Su seguridad era aterradoramente encantadora.
- Me alegro, de verdad. Pero, tranquila, no te preocupes, si lo amas, yo no pienso hacer nada…
- Nooo, por favor, porque vos y yo hablemos, nos veamos, no significa nada malo en contra de mi relación, no?
- No sé, y la verdad no me importa. Debería tener más respeto por las palabras de otros. Pero tengo mucho respeto por mis palabras. Eso no está bien.

Esto es verdad. Si yo digo que no me meteré con alguien con novio, no lo hago. Pero si una chica me dice que tiene novio, y me interesa, podría seguir con mi juego. Es solo un ejemplo, pero creo que es válido… Generalmente, conozco cuando las personas no son tan fuertes como sus palabras, y eso pasa mucho… Sin embargo, sé que el declarar que no creo mucho en la palabra de otros y que a veces eso me inspira poco respeto hacia terceros, ha jugado en mi contra.

- Yo también tengo respeto por mis palabras.- me dijo.
- Y yo me alegro, y admiro eso...
- Debes entender que si tengo novio, no puedo gustarte.
- Es ilógico, son sucesos independientes… Si tienes novio, a lo mejor yo no puedo gustarte. Pero que tengas o no tengas no me afecta a mí.
- Cambiemos de tema, por favor.


Obviamente, cambiamos de tema. La conversación fue mucho más larga que esto, pero he destacado los mejores puntos. Lo más raro es que nunca, nunca, dijo, ‘si, estoy enamorada de mi novio’. De hecho, su comportamiento, de cierta forma le hacía ver insatisfecha y errática, ‘mal cogida’, como bien podría haber pensado Hipócrates, los griegos antiguos y la mayoría contemporánea.

Esta semana volvimos a hablar, solamente que se encontró con las puertas cerradas. No tiene sentido el reaccionar tan defensivamente porque yo le haya dicho que hay cosas lindas en ella, y que esas cosas me gustan. Eso no significa nada más que un cumplido, unas cuantas cosas lindas no me hacen querer estar con alguien. ¿Qué pasó con el agradecimiento? ¿ Con el saber decir: ‘gracias’ o ‘es bueno gustarle a un tipo como vos’?... Mientras, ella seguirá buscando con otros, lo que se le ha perdido con el novio.

Copyright © 2009 KALEIDOSCOPIOS All rights reserved. Theme by Laptop Geek. | Bloggerized by FalconHive.