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27. Intento fallido de maduración espontánea masculina / (De lo superficial a lo profundo y de lo profundo a lo superficial)
Posted by Juan K Peña
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miércoles, junio 25, 2008
Generalmente, nos vemos poco. Son pocos los minutos que ella tiene libre, y tampoco la busco. Sin embargo, debo reconocer que es una de las mujeres de conversación más inteligente y divertida que conozco. Eso es algo que la hace atractiva, sin duda. Creo que también se ve bonita cuando sonríe, aunque, definitivamente no es mi tipo.
Habiendo tantas mujeres lindas-lindas solteras, ¿por qué un hombre inteligente iba a fijarse en una, que no es su tipo, que tuviese novio y que tuviese un grado de jerarquía mayor al tener una relación alumno-profesora?
T fue mi profe hace algo más de un año, y desde entonces somos ‘amigos’. ¡Vaya pobre concepto de amistad! Solamente, conversamos cuando nos encontramos en sus ‘breaks’. Sin embargo, nuestras conversaciones siempre son divertidas e interesantes, por cortas que sean. De todas formas, no soy de los tipos que dicen ‘me gusta tener a mis amigos cerca, y a mis enemigos más cerca’. Soy más bien del tipo que gustan ‘tener a sus amigos cerca, y a sus enemigos bajo tierra’. (Próximo post intentaré escribir algo al respecto).
T no está en mi ‘círculo social’, un círculo que se ha desdibujado debido a muchas causas y que se vuelve más bien en una serie de puntos intermitentes, dada mi inminente mudanza a Argentina, mi versatilidad de gustos, hobbies e intereses y mi constante rotura de esquemas. Es difícil encontrar mujeres felices, de alta calidad y emocionalmente saludables. Creo que generalmente debemos conocer montones de mujeres antes de encontrar una que sea un buen ‘match’ para uno. Claro, lo mismo se aplica también para las mujeres, por lo que la paciencia es un factor clave y generalmente es una característica que escasea. Entiendo que empecé a ver a T como una mujer emocionalmente saludable, relativamente feliz y brillante, por lo que era divertido estar con ella. Pero, faltaba la chispa que se genera cuando a los elementos anteriores se les añade una carita linda y un cuerpo atractivo. En realidad, soy mucho más exigente con los rostros que con los cuerpos.
Habiendo tantas mujeres lindas-lindas solteras, ¿por qué un hombre inteligente iba a fijarse en una, que no es su tipo, que tuviese novio y que tuviese un grado de jerarquía mayor al tener una relación alumno-profesora?
T fue mi profe hace algo más de un año, y desde entonces somos ‘amigos’. ¡Vaya pobre concepto de amistad! Solamente, conversamos cuando nos encontramos en sus ‘breaks’. Sin embargo, nuestras conversaciones siempre son divertidas e interesantes, por cortas que sean. De todas formas, no soy de los tipos que dicen ‘me gusta tener a mis amigos cerca, y a mis enemigos más cerca’. Soy más bien del tipo que gustan ‘tener a sus amigos cerca, y a sus enemigos bajo tierra’. (Próximo post intentaré escribir algo al respecto).
T no está en mi ‘círculo social’, un círculo que se ha desdibujado debido a muchas causas y que se vuelve más bien en una serie de puntos intermitentes, dada mi inminente mudanza a Argentina, mi versatilidad de gustos, hobbies e intereses y mi constante rotura de esquemas. Es difícil encontrar mujeres felices, de alta calidad y emocionalmente saludables. Creo que generalmente debemos conocer montones de mujeres antes de encontrar una que sea un buen ‘match’ para uno. Claro, lo mismo se aplica también para las mujeres, por lo que la paciencia es un factor clave y generalmente es una característica que escasea. Entiendo que empecé a ver a T como una mujer emocionalmente saludable, relativamente feliz y brillante, por lo que era divertido estar con ella. Pero, faltaba la chispa que se genera cuando a los elementos anteriores se les añade una carita linda y un cuerpo atractivo. En realidad, soy mucho más exigente con los rostros que con los cuerpos.
Debo admitir que me sorprendió el sentirme atraído por T, porque generalmente la atracción, para mí, comienza por lo físico, y físicamente no es que me gustase mucho. Como siempre ante lo nuevo, recuerdo haber actuado con fascinación ante esta situación. No suelo asustarme ante lo nuevo, aunque siempre hay la posibilidad de que uno haga movimientos en falsos cuando no estamos seguros de lo que viene. Hay que admitirlo, el ser humano en general y el hombre en especial, somos fanáticos de tenerlo todo bajo control.
¿Madurez? Estaba alcanzando la madurez al sentirme atraído por una mujer más por su capacidad intelectual, su perceptividad y buen humor? Espero que no. Siempre he tendido a creer que la madurez nos acerca al pudrimiento. Pero si pensé en un crecimiento interno, en que soy demasiado exigente y que posiblemente eso sea algo que no varíe mucho. Talvez me vuelva más paciente, pero no menos exigente.
Mi amiga Fer, me soltó hace poco:
- ¿No crees que vos tenés miedo al compromiso?
No. No es así. No tengo miedo al compromiso, tengo miedo a comprometerme con gente que no lo haga, o con alguien que no valga la pena. Un compromiso puede ser un lazo, un vínculo o una atadura. Todo depende del grado de convencimiento y compromiso que haya entre los que se comprometen.
Hace casi un año, quedamos en salir con T a almorzar un día, pero nunca se dio. Mis intenciones para ese entonces no iban más allá de comida y conversación. Ya me había pasado el ‘mini-crush’ para ese entonces. Es más, una cosa es sentirse atraído por alguien y otra muy distinta, tener un interés real. Debo conocer alrededor de 700 chicas de las cuales 500 serán atractivas, muy atractivas, y algunas hasta super modelos ¿Pero tengo interés en alguna? ¡Ja! Queda de tarea para la casa, la pregunta.
Pienso que T también se sentía algo atraída por mí. ¿Se explica de otra forma el mostrarse interesada en salir a almorzar y luego pensar que no sería conveniente? Yo lo entiendo: que las políticas de la institución (lo dijo), que había posibilidad que vuelva a ser mi profesora (lo dijo), que el novio se iba a poner como loco (no lo dijo), que considerando todo lo anterior y añadiendo la tensión sexual que generalmente sé producir, no convenía salir (esto es de mi cosecha). Me dio demasiadas excusas y yo no necesitaba, ni requería una. Hasta ese momento sentí que le estaba haciendo un favor a una mujer aburrida. ¡Me merecía una medalla al mérito, un aplauso, una palmada en el hombro, un ramo de flores, el reconocimiento público o al menos una carita feliz por parte de la profe por haber sido tan lindo, tan caballero, y tan amigo! ¿Podría ser que los límites de nuestra frágil amistad fuesen en una potencial salida-almuerzo fácilmente superados?
No soy partidario de ganarme problemas gratis. No importa, yo hice mi lista de cosas que no me atraían de ella: Fuma mucho, y yo ODIO el tabaco, ella tiene conceptos demasiado de ‘izquierdas’ para mi gusto, no nos gusta la misma música y claro, tiene novio, y por enésima vez, físicamente no es mi tipo.
Hoy abrí la ventana de mi clase. El humo del cigarrillo ascendiendo desde el patio principal me hizo mirar hacia abajo. Allí estaba ella. Me volví a preguntar sobre mi posible crecimiento interior y mi súbito cambio de parámetros en lo referente a las mujeres. ¿Me había vuelto más flexible?
Creo que tengo la respuesta y es algo que debo agradecerle a T, aunque no se lo diga. Creo que me lo clarifico. La respuesta es un rotundo no. Me he vuelto más exigente. Ahora no solamente me fijo en la belleza física, sino también la belleza en la mente, la química en la conversación, el entendimiento… No lo sé… ¡Son tantas cosas! Se podría escribir un libro al respecto, solamente que si me dedicase a escribirlo, posiblemente me demoraría mucho más en vivirlo y una de las pocas cosas que disfruto más que escribir, es vivir.